La robótica es un sector en auge que está llamado a marcar el paso del futuro empresarial. Los robots han llegado para quedarse, transformar y optimizar los flujos de trabajo. También en la logística, donde cada vez está adquiriendo más peso, a pesar de que los últimos estudios revelan que todavía el 80% de las instalaciones logísticas se manejan de forme manual.
Los sistemas robotizados permiten tener un control detallado de los recursos, costes y tiempos empleados en un centro logístico, aportando un caudal ingente de información, fundamental para la toma de decisiones y para mejorar la productividad.
Brazos robóticos, robots de carga, bandas transportadoras con contadores de inventario, sistemas de almacenaje o paletizado inteligente de pedidos mediante código de barras son solo algunas de las innovaciones que están cambiando el rumbo del sector. De hecho, las grandes empresas del ramo están ya apostando por la inclusión de robots en sus procesos productivos y trabajando en la incorporando de soluciones novedosas para la descarga robótica de contenedores o carga de camiones, entre otros.
Sin embargo, la complejidad de la industria logística hace que el impacto de la robótica de forma masiva en el sector se esté generando a un ritmo lento. El transporte de materias primas y productos acabados todavía dependen en un alto porcentaje del trabajo manual, lo que supone una gran diferencia frente a industrias donde la fabricación y el envasado tienen ya un alto grado de automatización.
Cooperación robot-persona
Aún así, las previsiones apuntan a que la robótica colaborativa irrumpirá con fuerza en un futuro y transformará la cadena de suministro, donde robots y personas trabajarán conjuntamente en tareas de precisión.
Este hecho está suscitando un intenso debate sobre cómo afectará al futuro de algunas profesiones la incorporación de robots, cada vez con mayor presencia e importancia en todas las industrias, y sus posibles efectos sobre el empleo.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha valorado en un 9% la cifra de trabajadores que podrían perder su trabajo en los próximos años como consecuencia de la robotización, un número que en España podría llegar al 12%. Sin embargo y en contra de las alarmas que está desencadenando el tema, la tendencia es que personas y robots convivan en un futuro en el ámbito laboral.
Los primeros están llamados a ocuparse de las tareas complejas y de mayor responsabilidad, como la gestión de operaciones y órdenes especiales o la coordinación de flujos mientras, los segundos, de los trabajos más repetitivos, pesados o que entrañan mayor riesgo, como el transporte de mercancías peligrosas, movimiento y almacenaje de gran volumen y peso, etc.
En el caso del sector logístico, el uso de robots supondrá una reducción de entre el 20 y el 40% en tareas como el handling, según apunta el estudio «Of Robots and Men in logistics. Towards a confident visión of logistics 2025«. De hecho, otro informe reciente de la consultora McKinsey&Company señala que las actividades relacionadas con la logística y el transporte en España serán las más afectadas por la robotización, con hasta un 65% de potencial de automatización de aquí al año 2055.
Cabe señalar que España es la octava potencial a nivel mundial en robótica industrial y que el sector crece a un ritmo del 25% anual. La tecnología se ha convertido en el gran aliado de las empresas, siendo las más automatizadas las que están experimentado mayores crecimientos. De hecho, la robotización ya ha obtenido excelentes resultados en industrias como la automotriz, donde ha ofrecido grandes resultados en la reducción de costes de producción.
La llamada cuarta revolución industrial o revolución robótica prevé una cadena logística más precisa, ágil y productiva, donde los errores se reduzcan, y los robots, móviles y autónomos, se conviertan en uno más de la plantilla.
Robótica colaborativa para la logística sanitaria
Son ya varios los hospitales en España que ha incorporado a su logística sanitaria la presencia de robots. El Hospital de La Fe de Valencia o el Hospital Universitario Centro de Asturias (HUCA) emplean desde hace años robots para el transporte de material sanitario, residuos o ropa sucia. De este modo, liberan a los profesionales sanitarios de tareas pesadas, que requieren una menor capacitación o entrañen riesgos para ampliar su dedicación a la atención asistencial.
Fuera de nuestras fronteras, también encontramos otros ejemplos. Es el caso de Escocia donde también se usan robots para la limpieza, por ejemplo, de quirófanos, el transporte de desechos clínicos –reduciendo el riesgo de infecciones o contagios- o la entrega de fármacos o alimentos a pacientes.
El crecimiento imparable del comercio electrónico está modificando los patrones de compra, obligando al sector logístico a reinventarse de forma constante. La innovación y la mejora continua de la cadena de suministro será fundamental para afrontar los retos futuros. ¿Serán los robots nuestros mejores aliados?
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