A pesar de que cada vez existe más conciencia sobre el peligro que conlleva una exposición prolongada al sol sin tomar las medidas adecuadas, siguen siendo muchas las personas que no saben cómo cuidar de forma correcta su piel durante el verano. Uno de los factores de riesgo para la mayoría de los melanomas es la exposición a los rayos ultravioleta, que los podemos encontrar en la luz solar, de ahí la importancia de que aprendamos a cuidar la piel.
Lo primero que debemos conocer son las personas más propensas a sufrir quemaduras solares, y es que según el tono de piel que tengamos, asimilaremos de forma distinta los rayos del sol.
Factores que más favorecen a la aparición de quemaduras
- Las personas rubias y de piel clara.
- Los bebés y los niños.
- La exposición al sol entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde.
- Algunos medicamentos pueden volvernos más vulnerables ante los rayos solares.
- Las personas con muchos lunares.
¿Qué tipos de quemaduras solares existen?
Según la gravedad de la quemadura que nos haya ocasionado el sol, las catalogaremos en quemaduras de Primer grado, o Segundo Grado.
- Quemaduras de primer grado: Uno de los signos más comunes para identificar este tipo de quemaduras, es cuando vemos que en la zona afectada comienza a producirse una descamación de la piel. Esto es debido a la capacidad regenerativa de la piel, por lo que en unos días volvería a su estado normal. Otro síntoma común es también cuando se produce un enrojecimiento e inflamación de la zona.
- Quemaduras de segundo grado: Estas quemaduras se identifican por la aparición de ampollas. En este tipo de casos, la evolución es más lenta, hasta pasados 8-10 días la piel no termina de regenerarse por completo.
¿Cómo se tratan este tipo de quemaduras?
A pesar de que las quemaduras más leves suelen curarse por si solas pasados unos días, podemos aliviar el dolor con baños frescos o aplicando compresas húmedas. Es importante no aplicar hielo, puesto que el frío extremo puede producir quemaduras y agravar el problema.
Por otro lado, las cremas con cortisona pueden aliviar también la inflamación debido a su carácter antiinflamatorio, aunque también podemos tomar una aspirina o ibuprofeno.
En el caso de que se hayan producido ampollas, los vendajes secos pueden ayudar a evitar una posible infección, aunque lo mejor será consultar con un médico.
El mejor remedio para evitar quemaduras: La prevención
Si queremos evitar maltratar nuestra piel durante el verano, debemos intentar seguir algunos conejos:
- Evitar tomar el sol en las horas centrales del día, en las que los rayos solares inciden de forma más directa.
- Aplicarnos crema protectora al menos media hora antes de exponernos al sol, y renovarla si nos bañamos o ya ha pasado mucho tiempo desde que nos la hemos aplicado.
- En las primeras exposiciones, utilizar cremas solares con protección entre 30 y 60
- Hacer un uso racional racional del sol, evitando exposiciones durante demasiado tiempo.
- Hacer uso de elementos como sombrillas, camisetas o gorros que nos protejan de los rayos solares.