Cada vez es más habitual ver drones sobrevolando nuestras cabezas en casi cualquier espacio. A pesar de que en un principio estaban diseñados con fines militares, pronto se popularizaron expandiéndose a otros mercados como el del audiovisual, tras introducir una pequeña cámara de video en uno los primeros prototipos.
Hoy en día existe un sin fin de utilidades para el mundo del dron, las empresas han visto en ellos nuevas funcionalidades que antes resultaban sumamente costosas, o simplemente imposibles.
Una de estas nuevas posibilidades ofrecidas está en el salvamento marítimo, aunque por ahora son pocos los puestos de socorro que cuentan con este tipo de tecnología, los drones ofrecen una ayuda inmejorable a los socorristas, ya que en pocos segundos pueden recorrer una gran distancia y asistir a los bañistas con flotadores en los que poder agarrarse hasta la llegada del equipo de salvamento. Contrariamente a lo que se piensa, pese a que este tipo de drones va equipado con una cámara, esta solamente es utilizada para la conducción del aparato, puesto que tienen prohibido grabar imágenes.
Otra de las funciones donde podemos ver drones actuar en labores de emergencia, es en la extinción y detección de incendios. Estos aparatos cumplen una función complementaria a los hidroaviones, puesto que no pueden soportar grandes cantidades de agua, están más bien pensados para pequeños incendios en los que pueden actuar acercándose de forma extraordinaria a las llamas. A demás, en cuanto a la detección de incendios, este tipo de drones modifica su estructura para incorporar cámaras térmicas y así ofrecer un mejor servicio.
Aunque los drones suponen un gran avance tecnológico, todavía no están integrados de forma genérica en España, el Ministerio de Fomento ha publicado recientemente una hoja de ruta en la que figuran las normas a seguir en el uso de drones.
Requisitos comunes:
- Todos los drones deberán llevar fijada en su estructura una placa de identificación.
- Las empresas operadoras deberán tener, entre otros requisitos, un manual de operaciones y de un estudio aeronáutico de seguridad para cada operación.
- Las personas que conduzca los drones deberán poseer una licencia de piloto que acredita el conocimiento necesario para pilotar este tipo de aparatos.
- Los drones de más de 25 Kg de peso deberán estar inscritos en el Registro de Matrícula de Aeronaves y disponer de un certificado de aeronavegabilidad.
Además de los mencionados anteriormente, existe un sin fin de aplicaciones para este tipo de aparatos, los podremos encontrar en transporte de mercancías, para asistir zonas aisladas de difícil acceso, búsqueda de personas, en el ámbito rural o en multitud de investigaciones biológicas.