La directora de enfermería del Hospital U. Príncipe de Asturias, María Eugenia Pinar, repasa en nuestro blog la actualidad del sector tras la celebración del Día Internacional de la Enfermería, que se celebra cada mes de mayo para rememorar así el aniversario del nacimiento de Florence Nightingale, considerada “la madre de la enfermería moderna”.
En los últimos años la enfermería ha pasado a tener un papel más relevante dentro de las distintas competencias de un hospital. ¿Qué nos puede explicar sobre este nuevo protagonismo?
Hemos pasado de tener una función secundaria a un protagonismo propio debido a toda la actividad que podemos desplegar y al habernos consolidado como profesión esencial con un cuerpo de conocimientos propio. Son muchos los campos en los que podemos actuar. Cada vez tenemos más competencias, con lo cual nuestro trabajo acaba siendo mucho más relevante e interdisciplinar.
Uno de los ámbitos donde la enfermería tiene un nuevo protagonismo, incluso similar a la parte médica, es en la agilización de los procesos en los hospitales…
Sí, una de las razones es que al estar en todas las Unidades tenemos una visión del hospital más completa que nos permite gran capacidad de organización. Esto hace que tengamos mayor facilidad para movernos de un ámbito a otro y gestionar con mucha facilidad todo el proceso del paciente, desde su ingreso hasta participar para poner en marcha todas las acciones orientadas a los diagnósticos, terapéuticas y esencialmente cuidados que haya que hacer. En este sentido, tenemos mucha facilidad de “movimiento” a lo largo de toda la organización, seguramente por estar en todas las Unidades asistenciales y porque, en definitiva, estamos las 24 horas con el paciente.
Por otro lado, nuestros protocolos e instrucciones técnicas cada vez son más completos y están mejor desarrollados. Al final, esta capacidad nos aporta mayor solidez tanto para nuestra actuación como para la toma de decisiones.
Por lo tanto, uno de los ámbitos donde la enfermería cobra mayor protagonismo es en la calidad asistencial.
Sí, a pesar de que la calidad científico-técnica está especialmente orientada a todas las profesiones sanitarias, en el ámbito de la calidad percibida la enfermería tiene un papel muy relevante. Esto se debe a que, como he mencionado anteriormente, pasamos 24 horas con el paciente y tenemos una visión más integradora. Cuando un paciente llega al hospital no solamente vemos el motivo por el que ha accedido, nos interesamos también por la persona. Además, ese acompañamiento nos permite conocer la visión que tiene el paciente sobre la sanidad y conocer sus necesidades más básicas, que son sobre las que nosotros tenemos mayor capacidad de actuación: higiene, descanso, acompañamiento… Un montón de matices que nosotros somos capaces de detectar de forma temprana.
La humanización es el nuevo salto en la calidad percibida…
Exactamente. Se trata de hacer más confortable la estancia del paciente en el hospital. Seguramente, si lo vemos desde un punto de vista más estrictamente profesional, se podría decir que se trata de las acciones más básicas, pero al final son las que más repercuten en el bienestar paciente. Creo que cada vez los profesionales sanitarios nos detenemos más en esto, le dedicamos un poco más de tiempo y cuidamos al paciente no solo en su enfermedad, sino también durante su día a día en el hospital.
Y después está la formación, que en el ámbito de la enfermería ha sufrido también un impulso importante.
Un profesional sanitario nunca deja de formarse. Es cierto que la formación más reglada ha estado siempre cerca del ámbito médico, pero desde que nació la formación universitaria en enfermería, esta ha cobrado mayor importancia. Hablamos de una formación continuada, no solo puntual. Hemos sido capaces de irnos dedicando a todo aquello que complementa nuestro desarrollo profesional en el hospital.
Además, a esto se le une el campo de la investigación. Hasta hace unos años, la investigación era casi exclusiva del personal médico, pero hoy por hoy en enfermería se está investigando cada vez más. Hemos pasado de una etapa en la que participábamos tímidamente en algún proyecto de investigación, a asumir nosotros esa labor de liderazgo en investigación. De esta forma, haciéndonos preguntas sencillas sobre el porqué de muchas de las acciones de nuestro día a día, tenemos una posibilidad de investigación muy grande. Por ejemplo, hace dos días en nuestro hospital se celebraban las II Jornadas de Investigación de Enfermería, donde se han repartido varios premios por la calidad de los trabajos presentados. Cabe destacar también la cantidad de personal formado que existe en enfermería, ya que muchos de estos profesionales se forman también en otros ámbitos como puede ser la antropología o la psicología.
En España podemos presumir del nivel de enfermería actual. De hecho, en países como Alemania buscan profesionales en nuestro sistema sanitario. ¿Cómo lo valora?
Creo que somos tan requeridos porque salimos con una cualificación muy alta, siendo capaces de desarrollar capacidades técnicas y humanas que en otros países están mucho más limitadas por la categoría profesional. En España, hacemos infinidad de técnicas que en otros sitios sería impensable que las desarrollara un enfermero. En otros países europeos, la enfermería se limita a cuidados básicos. Sin embargo, a nosotros se nos requiere mucho porque salimos muy bien formados.
¿Y cuál es nuestro futuro? Siendo optimista, te diría que no tenemos techo. Cada vez tenemos más capacidad para formarnos y para que nos den competencias específicas. Somos la profesión con mayor capacidad para desplegarse en los hospitales y ejercer actividades que hasta ahora estaban encomendadas a otras categorías. Por todo ello, en enfermería tenemos un abanico de posibilidades de crecimiento tremendas. Lo importante es querer llegar a ellas y no tener miedo a nuevas responsabilidades.