Con el inicio de agosto no solo arrancan las vacaciones, sino también la celebración de la semana mundial de la lactancia materna. La Organización Mundial de la Salud (OMS) junto con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) instauraron oficialmente esta efeméride en 1992 para concienciar sobre el valor médico de alimentar con leche materna al bebé en sus primeros días de vida. Esta acción no solo genera un estrecho lazo con la madre del recién nacido, sino que, en muchas ocasiones, puede influir en el futuro desarrollo del niño o niña.
Haciéndonos eco de esta fecha señalada, hoy te damos algunos consejos sencillos para iniciar o mantener la lactancia materna en verano, convirtiéndola, incluso, en un momento íntimo a prueba de vacaciones. Sigue leyendo para conocerlos.
Consejos para dar el pecho en verano
Dar el pecho a nuestros hijos es una elección totalmente personal que cada madre debe llevar a cabo de forma independiente. Sin embargo, las condiciones ambientales en las que se desarrolle influyen en el estado anímico de la mamá, y con ello, también del bebé.
Para facilitar este momento en épocas de altas temperaturas los expertos en lactancia materna recogen las siguientes recomendaciones:
- Hidratarte correctamente y estar muy atenta a las señales del bebé de que tiene sed o hambre. Con el aumento de temperaturas los bebés tendrán sed más a menudo. Conocer actitudes como llevarse la mano a la boca, buscar instintivamente el pecho, cabecear o sacar la lengua suelen preceder a los lloros. Que la mamá mantenga una alimentación equilibrada y esté siempre hidratada redundará en su propio beneficio y, con ello, en el del bebé. Tener siempre una botella de agua a mano es siempre una buena opción.
- Elegir un lugar protegido del sol y el calor para las tomas. Lo ideal es que se encuentre en una zona de la casa fresca, incluso en penumbra si eso ayuda a reducir la sensación de sudoración propia de esta época. El uso de ventiladores, aire acondicionado o climatizadores está recomendado, siempre que las corrientes de aire no incidan de forma directa en la cabeza del bebé. Si se realizarán las tomas en el exterior, seleccionar una zona a la sombra es siempre una buena idea. Protegerse del sol adecuadamente, además, es un imprescindible.
- Ropa holgada, cómoda y bebé «friendly», también para nuestro hijo. La ropa holgada, de algodón y otros tejidos naturales favorece la comodidad de la mamá. Esto la relajará y facilitará el amamantamiento. Del mismo modo, el bebé también debe estar cómodo. En algunos casos, muchas madres eligen no vestir a sus retoños más que con el pañal con el fin de aumentar el bienestar del pequeño. Para facilitar la lactancia, en ocasiones, madres y padres también colocan una gasa ligera entre el cuerpo del bebé y la zona donde este se apoya para reducir la sensación de sudor.
- En estas fechas elegir una postura cómoda para ambos es algo muy recomendado. Algunas madres amamantan tumbadas con el bebé frente a ellas. Otras optan por distintas posiciones para la lactancia. Todas las variables son válidas si funcionan para tu bebé y para ti.
Mantener la lactancia materna cuando estamos de viaje
Si perteneces a ese grupo de personas que viajará en verano, existen también un par de trucos que facilitarán los desplazamientos con tu bebé y te permitirán mantener la rutina de dar el pecho con mayor facilidad pese a no estar en casa. Estos son algunos de ellos:
- Localizar de antemano las zonas de descanso que existen en nuestra ruta y tenerlas muy claras. Con un bebé se complican ligeramente los viajes al tener cambios de comportamiento debido al medio de transporte. Como siempre, escuchar a su cuerpo y al tuyo, es una norma básica. Las paradas periódicas facilitarán la lactancia y reducirán las situaciones de estrés.
- Si das el pecho a demanda, ten en cuenta que tu bebé puede querer mamar con más o menos frecuencia en función de cómo le afecte el trayecto. Debéis permanecer muy atentos a las señales que mencionábamos arriba.
- Analiza previamente cómo conservarás la leche durante tus desplazamientos si vas a extraerla. Las neveras térmicas y los acumuladores de hielo son una opción muy válida para el día a día. Eso sí, si viajas en avión consulta previamente las normas internas de las aerolíneas y la política de líquidos.
- No olvides el kit de lactancia. Es recomendable que incluya el extractor según tus necesidades, gasas, crema para los pezones, pezoneras, collas de lactancia y, por supuesto, todo aquello que te haga sentir bien durante las tomas. De igual manera, incluir el juguete favorito de tu bebé facilitará su relajación en un entorno desconocido.
- Si tus planes incluyen visitas al extranjero recuerda revisar antes su política de lactancia en público y sus costumbres. No en todo el globo está aún establecida la protección a las madres que dan el pecho en espacios públicos. Si conoces de antemano la situación en el lugar de destino te ahorrarás estrés y también posibles multas.
Tal y como te comentábamos al inicio de la entrada, tanto UNICEF como la OMS reconocen el alto valor médico y social de la lactancia materna ya que, según sus estudios, el inicio de consumo de leche materna en la primera semana de vida reduciría en un 16% las muertes neonatales alrededor del mundo. Esto tiene especial importancia para la consecución de uno de los Objetivos del Milenio: la disminución de la mortalidad infantil.
¿Conoces algún otro consejo que facilite la lactancia materna en verano? Déjanos un comentario y lo añadiremos a la lista.