En casos de emergencias y desastres climáticos es fundamental una respuesta efectiva y veloz de la logística en la ayuda humanitaria. Hoy te explicamos cuáles son las claves de una respuesta eficiente y qué papel jugamos las empresas del sector para devolver la estabilidad a las zonas afectadas. Sigue leyendo para conocer mejor nuestra acción en emergencias humanitarias.
Los desastres naturales y sus daños colaterales (hambrunas, desplazamientos masivos de ciudadanos, brotes de enfermedades…) no avisan con antelación. Es por eso que una rápida reacción es clave para mitigar sus efectos en la población más débil y vulnerable. Sin embargo, esto no está reñido con una correcta planificación y gestión de los recursos. Por este motivo, la logística se convierte en uno de los pilares sobre los que se asienta una respuesta humanitaria eficiente. A continuación te detallamos el papel que ejercemos los especialistas del sector en la respuesta ante catástrofes de gran magnitud.
¿Cuál es el papel de la logística en la respuesta ante emergencias humanitarias?
La Cruz Roja es considerada como uno de los principales actores en la respuesta ante emergencias humanitarias. En dependencia directa de la Organización de las Naciones Unidas, tanto esta ONG como su contrapartida la Media Luna Roja ejercen como coordinadores y ejecutores de las acciones de ayuda. En este terreno entra funcionamiento una amplia cadena de suministros donde tanto organizaciones no gubernamentales como empresas privadas somos parte imprescindible. Los principios básicos de la logística comercial son aplicables a las cadenas de respuesta en emergencias humanitarias. También lo son los aprendizajes de acciones previas y sus consecuencias. Es por este motivo que, tras un terremoto, huracán o situación de emergencia, es necesario llevar a cabo las siguientes acciones:
- Identificar las zonas de riesgo, necesidades y recursos disponibles.
- Coordinar los medios y recursos para la entrega y empleo por parte de las comunidades afectadas.
- Desplegar las Unidades de Respuesta ante Emergencias (ERU por sus siglas en inglés) en función de los dos primeros puntos.
- Activar la entrega y puesta en funcionamiento de los recursos recibidos. Formar y capacitar al personal disponible en el lugar de destino.
- Ejecutar las acciones de respuesta ante emergencia: construcción de refugios, distribución de víveres y otros enseres, atención médica y psicológica, potabilización de las fuentes de agua…
- Tras cuatro meses en terreno las ERU desplegadas en la zona de la catástrofe humanitaria realizan un cierre de servicio y terminan su labor en el lugar.
La prioridad es resultar veloz y efectivo para minimizar los daños a la población e iniciar la recuperación lo antes posible. En este sentido, las empresas de logística comercial tienen mucho que ofrecer ya que aportan una serie de características propias de la óptima gestión privada. Estas son las siguientes:
- Estandarización en toda la cadena de acciones desde la emisión de una orden de adquisición a la entrega satisfactoria de los bienes solicitados.
- Control de calidad en todas las fases. Esto incluye la selección de proveedores, le gestión de stockaje y distribución.
- Flexibilidad
- Posibilidad de previsión en base a análisis y predicciones de acciones previas. No solo se tienen en cuenta las acciones comerciales que haya podido llevar a cabo la empresa, sino también toda la información agregada recogida tras catástrofes humanitarias previas.
Si quieres conocer mejor por dentro el funcionamiento del modelo de la Cruz Roja Internacional ante las crisis humanitarias, este artículo de Ruth Carrasco Gallego y Jaime Bará Viñas es muy aclaratorio.
Soluciones inteligentes para la logística en la ayuda humanitaria
Por otro lado, el desarrollo de nuevas tecnologías vinculadas a Internet ha permitido su aplicación con fines humanitarios. Este uso, potencialmente, aumentará a lo largo del siglo XXI. A continuación te detallamos algunas de las más relevantes.
La integración de políticas que fomenten la colaboración público-privada daría lugar a opciones tan variadas como estas:
- Uso estratégico del «big data» y la analítica. El conocimiento de situaciones previas nos permite anticipar las crisis humanitarias del futuro. Esto evitaría repetir errores de abastecimiento, diseñar patrones de actividades climatológicas o detectar posibilidades de mejora en los procesos de gestión de la ayuda humanitaria, por ejemplo.
- Mejoras en robótica y uso de herramientas como los drones. Del uso actual de drones para el control de cultivos que realizamos actualmente sería factible llegar a emplearlos como medios de transporte en terrenos complicados o donde las circunstancias son adversas al movimiento humano.
- La tecnología de impresión 3D permitiría mejorar elementos que ya se han estandarizado en piezas necesarias en todas las acciones sobre el lugar del desastre natural. Aquí se podría hablar, por ejemplo, de instrumentos vinculados a la reconstrucción, potabilización o, incluso, ciertos elementos necesarios en la atención sanitaria.
- El «blockchain» está dando mucho que hablar en amplios sectores de la sociedad. Sin embargo, en un futuro próximo, su potencialidad en el ámbito de la cooperación internacional podría dispararse. Esta tecnología permitiría reducir la desconfianza de los usuarios ante el destino de sus donaciones o el uso efectivo que de ellas se haga.
Como puedes comprobar, queda mucho por avanzar en el ámbito tecnológico respecto a la ayuda ante situaciones de estrés humanitario. Las cuatro claves que te presentábamos arriba son solo algunas de las potencialidades que las nuevas tecnologías aportan en la gestión de crisis humanitarias.
¿Perteneces al sector de la logística y crees que nos hemos dejado atrás algún punto en como la labor de los profesionales en esta especialidad apoya la gestión de ayuda humanitaria? Déjanos un comentario y lo añadiremos.
Imagen:
Arie Kievit para Cruz Roja Internacional
Isla de San Martín tras el paso del huracán Irma