El presidente de Cogesa habla en esta entrevista de los retos y oportunidades de la empresa para 2019 y analiza las tendencias en gestión sanitaria que marcarán los próximos años.
¿Podrías resumirnos cómo ha sido el año 2018 en Cogesa?
Este año ha sido muy intenso en Cogesa, porque hemos tenido que consolidar los trabajos que ya llevábamos a cabo, entre ellos los de Ibiza y Formentera. Ha sido un reto muy importante, porque la insularidad tiene unas características muy especiales y no dispones de los mismos recursos que en la península. En este momento el servicio se está llevando con una buena satisfacción por parte del cliente, que para nosotros no es solo la concesionaria, sino también el hospital público. Es el hospital público al que le debemos el servicio y el que al final nos puntúa, el que nos dice si lo hacemos bien o mal, o nos penaliza. La verdad es que estamos muy contentos porque hemos logrado unos resultados muy satisfactorios.
Por otro lado, ha sido un año intenso porque hemos tenido que hacer el traslado de la plataforma logística a una más grande, y no queríamos tener divididas las plataformas. Actualmente damos servicio completo en la comunidad de Madrid desde la plataforma logística a hospitales como el Clínico San Carlos o el Niño Jesús, que es una incorporación nueva que hemos tenido, el hospital de Moncloa o el Severo Ochoa. Trasladar todo esto, más las historias clínicas de distintos hospitales y el resto de material, ha supuesto mover unos 118 tráilers. En este traslado se incluye, también, el traslado de la robótica que teníamos en Coslada, que supuso una parte muy importante de la carga. Y todo esto, sin dejar de prestar servicio a nuestros clientes. 2018 ha sido un año de consolidación del servicio y de retos muy importantes.
¿Cuáles son los aprendizajes obtenidos tras trabajar en Can Misses y otros hospitales situados en islas?
Una de las cosas que hemos tenido que aprender tiene que ver con la planificación de tiempos de reposición de los proveedores. Ante una urgencia en la península, la solución la tienes en horas. Pero ante una urgencia en la isla, recibes la solución en días. Esto nos ha obligado a una planificación muy buena y una selección a la hora de realizarla. No se trata de incrementar los stocks, porque desvirtúa el know how de Cogesa y las ventajas de nuestros clientes de trabajar con stock ajustado y margen de seguridad. No se trata tampoco de aumentar el margen de seguridad, sino de hacer un estudio real de la capacidad de respuesta de cada uno de los proveedores y, en función de esta capacidad, ajustar los stocks de cada uno de los productos. Y así como en otros hospitales tenemos stock para cuatro días, en la isla, dependiendo del proveedor, puede oscilar de dos días a diez días, siempre con un mínimo de seguridad de stock de cuatro días. Dependiendo de la capacidad de respuesta de los proveedores, tenemos que jugar con otros márgenes totalmente distintos.
¿Cómo valoras el trabajo que se está llevando a cabo en el hospital Niño Jesús?
Este es un trabajo que nos ilusiona muchísimo porque no solamente se trata de gestionar el producto de almacén, sino que incluye modernizar el sistema de trabajo de todos los almacenes de planta del hospital. Estamos en un proceso de mecanización y automatización de ciertos procesos dentro del almacén. Además, estamos muy contentos porque es un hospital que genera ternura, la gente que tenemos trabajando dentro tiene muy en la mente que están trabajando con niños, con seres pequeñitos, acompañados de unos familiares con mucha pena. Esto hace que el ambiente, el trabajo, la entrega, lo sean en muy alto grado. En el Niño Jesús es todo muy agradecido, y me parece, además, que el hospital está haciendo muy bien las cosas y es un referente en Madrid de atención pediátrica. También es referente en España e, incluso, fuera del país. Creo que están haciendo muy bien las cosas.
Ahora mismo, Cogesa ya es un referente en la gestión biosanitaria en España. ¿Cómo se vive este hecho desde dentro?
Estamos implantados en el cien por cien del territorio nacional, incluyendo las islas, Ceuta y Melilla. Estas ciudades son, desde el punto de vista logístico, muy complejas, pero el trabajo en ellas está siendo más sencillo de lo que preveíamos. Y no solamente estamos recogiendo muestras biosanitarias en todo el territorio español, sino que las estamos enviando para ser analizadas en el extranjero. Japón, Estados Unidos, incluso Australia, están recibiendo muestras que hemos enviado nosotros. Creo que nuestro papel va a ser cada vez más habitual e importante en esa globalidad.
Se ha cerrado un acuerdo con Mattteo, ¿en qué consiste y qué va a significar para Cogesa?
Hemos cerrado un acuerdo en exclusiva con Mattteo para vender sus equipamientos para hospitales. No se trata solo del correspondiente a almacenes de planta (con sistemas Kanban, doble cajón, RFID, armarios de dispensación) ,sino para áreas tan complejas como la de esterilización o restauración. Esto incluiría, por ejemplo, los carros de restauración. Hemos firmado la exclusiva para todo el territorio nacional y autorización para el resto de Europa, excepto en tres o cuatro países. En el resto tenemos libertad total y absoluta. Además, existen algunos proyectos en Sudamérica que nos están solicitando sistemas de equipamiento avanzados y Mattteo nos ha dado licencia para ofrecer sus recursos en otros continentes.
¿Cuáles son los proyectos de Cogesa para 2019?
El área logística sanitaria y biosanitaria está muy consolidada y estamos inmersos en un proceso de recuperar los orígenes que dieron lugar a Cogesa: la consultoría y la formación. Esta es una demanda creciente, y constantemente nos solicitan cursos que solíamos ofertar. Además, nosotros siempre hemos tratado la formación con mucho cariño, como prueba el hecho de que soy profesor en varias universidades. Por eso, uno de nuestros grandes objetivos es poner de nuevo en marcha el área de formación para que esté operativa y en el mercado en 2020.
Los mensajes que emite el Círculo de la Sanidad —asociación de la cual eres presidente— en relación a la necesidad del pacto sanitario, a la colaboración público-privada o a las particularidades de la sanidad española, han calado hondo en 2018 en la sociedad y en la administración pública.
Estoy muy orgulloso de la labor que llevamos a cabo en el Círculo de Sanidad. Es un orgullo ser el presidente y contar con la confianza de la junta directiva, sin la cual no sería posible nuestra labor, ya que todos los miembros son magníficos profesionales.
El Círculo intenta dar un mensaje de calado. No somos una patronal, somos un grupo de personas, a título personal, que intenta hacer llegar a la ciudadanía, a la gente de la calle, la situación real de la sanidad. Partimos, eso sí, de la convicción de que, si no tenemos la mejor sanidad del mundo, tenemos una de las mejores. Contamos con unas prestaciones que ningún otro país ofrece. Aquí da igual la edad que tengas, porque si tienes un problema cardíaco se te cambia una válvula, se te pone un stent, un marcapasos… y nadie comprueba si el protocolo dice que la esperanza de vida es de 84 años y tú ya tienes 85.
El actual gobierno ha aprobado una sanidad universal y gratuita, independiente de la situación personal. Eso implica un coste que se debe asumir. Nosotros lo que decimos es que las actuaciones deben ser racionales y deben ir dotadas de presupuesto. No se debe hacer como cuando se publicó la ley de Dependencia, que de cara a la ciudadanía era muy bonita, pero no se dotó de partida presupuestaria. Eso me parece una tomadura de pelo que no se puede permitir. Por otro lado, hay que reconocer la labor de los profesionales que están en la sanidad, no solo la de los directivos, que están dirigiendo la mayor empresa del país. No olvidemos que la sanidad representa más del 40% del presupuesto de cualquier comunidad autónoma.
Por último ¿cómo ves el futuro de la sanidad española en relación al desarrollo de nuevos fármacos y el aumento de la cronicidad y la frecuentación hospitalaria?
La innovación en las nuevas tecnologías y fármacos va a cambiar el modelo sanitario actual, sin ninguna duda. No van a sobrar médicos, pero las especialidades serán distintas. A lo mejor no será necesario realizar tantas pruebas. La incorporación del ámbito sociosanitario es imprescindible y la cronicidad no va a ser tratada en los hospitales tradicionales, sino en los centros sociosanitarios. Tenemos que dejar de verlos como simples residencias para mayores, un defecto propio de nuestro país, y entenderlos como algo más amplio donde algunas patologías puedan ser tratadas. Esto será mucho más barato que hacerlo en grandes centros. La sostenibilidad del sistema pasa por la colaboración público privada. La infraestructura de un hospital como el Juan Canalejo, Virgen del Rocío, La Paz, Vall d’Hebrón para grandes patologías, hace que tratar algunas patologías suponga un gran coste. Es mucho más barato hacerlo en un centro concertado. Esto no implica la privatización de la sanidad. La sanidad es pública, y un tema distinto es quién nos provea de ella. La prestación puede llevarse a cabo en un centro concertado. Lo que creo que debemos exigir a nuestros dirigentes políticos es que rentabilicen los euros de nuestros impuestos. No propongo la privatización, sino que si atender una patología es mucho más barato en un centro concertado que en uno público, pues hagámoslo en un centro concertado. Y lo que nos estamos ahorrando del centro concertado, que se revierta en el centro público. Sobre todo para modernizar el equipamiento o mejorar la Infraestructura.