En el Día Europeo para la Prevención de los Riesgos Cardiovasculares, queremos hablarte de la tecnología para cuidar el corazón. Tal y como indica la OMS, más de 17 millones de personas fallecen al año por complicaciones derivadas de accidentes y patologías cardiovasculares. Sigue leyendo para saber cómo proteger a tu corazón.
¿Qué es el riesgo cardiovascular?
El riesgo cardiovascular, también denominado RCV, es la probabilidad en un marco de tiempo previamente establecido de sufrir un evento o enfermedad cardiovascular. Este puede ser de tipo cardiológico o cerebral, pero siempre tendrá una vinculación directa con el sistema vascular. La probabilidad de padecer un accidente cardiovascular viene determinada por variables genéticas o por la acción de factores externos como la alimentación, el consumo de sustancias, el tabaquismo o el sedentarismo. Con un origen interno o externo, el mantenimiento de unos hábitos de vida saludables reducen las posibilidades de enfrentarse a un ictus o un infarto.
¿Qué influye en mis probabilidades de sufrir del corazón?
La herencia genética juega un papel clave en el desarrollo de enfermedades del corazón, al igual que factores externos, tal y como explica la Organización Mundial de la Salud, como los condicionantes socioeconómicos de los ciudadanos que padecen o padecerán por riesgo cardiovascular. Sin embargo, existen otra serie de variables exógenas en las que sí podemos influir de manera directa. Conociéndolas, analizándolas y actuando en consecuencia no solo reducimos el riesgo de padecer accidentes cardiovasculares, sino que rebajamos también su grado de complejidad. Entre las medidas más claras que podemos adoptar para evitarlos están las siguientes:
- Evitar el consumo de tabaco, alcohol y otras sustancias estupefacientes o psicotrópicas. Si no es posible eliminar este hábito, reducirlo de forma progresiva hasta alcanzar la cifra más cercana a cero.
- Dieta equilibrada. La más recomendada por sus características cardiosaludables, es la mediterránea. Lo ideal es ceñirse a unos hábitos de alimentación en los cuales predomine la fruta, verdura, legumbres, pescado y los aceites no refinados. El consumo de productos con alto nivel de sodio y azúcar, así como ultraprocesados está totalmente desaconsejado.
- Actividad física moderada y regular, siempre adaptada a las necesidades y condiciones específicas de cada persona.
- Control del peso, colesterol y tensión arterial. Vinculado a las dos medidas anteriores, el seguimiento de indicadores como el peso, el perímetro abdominal y la tensión arterial es una acción recomendada en todos los adultos, especialmente en aquellos que ya cuentan con una herencia genética que les predispone a sufrir del corazón. Los chequeos periódicos, en función de la recomendación del médico, son la herramienta más indicada para llevar un seguimiento de estos factores, que inciden especialmente en el riesgo cardiovascular.
- No existen, por el momento, estudios que vinculen de forma definitiva los niveles de estrés con los accidentes cardiovasculares. Sin embargo, una correcta gestión de las situaciones de estrés y ansiedad, redundan en una mejor salud. Esto se debe a que en situaciones de tensión nuestros hábitos de alimentación y actividad física suelen verse modificados, cuando no anulados.
Para poner en funcionamiento las medidas que te señalamos arriba, los ciudadanos no estamos solos. La tecnología está de nuestra parte para poder mimar a nuestro corazón. Aquí debajo te explicamos algunos de los avances que facilitan nuestro día a día.
¿Qué me ofrece la tecnología para cuidar el corazón?
Los desarrollos técnicos y tecnológicos permiten que los ciudadanos cuidemos nuestra salud de una forma más activa. Esto se debe a que técnicas como la gamificación, sumadas a las posibilidades informáticas, nos permiten entender mejor nuestra forma de vida y adaptarla para ganar en tranquilidad respecto a futuras enfermedades. De esta forma, existen distintas opciones como las que te detallamos:
- Wearables que miden nuestra actividad física, adherencia a una dieta o acciones marcadas por nuestros médicos. Estos dispositivos recogen en un solo lugar todos los resultados de nuestros esfuerzos por mantenernos saludables.
- Historial clínico digitalizado, accesible y compartido. La tecnología actual permite que los usuarios accedamos a nuestro propio historial clínico, que incluye pruebas, resultados y pautas de medicación. Estos datos también están a disposición del personal sanitario, que los usa para diagnosticarnos y acompañarnos en el tratamiento.
- Aplicaciones conectadas a los dispositivos médicos para personas que ya han sufrido accidentes cardiovasculares. Es el caso de los marcapasos, que hoy en día envían y reciben señales de otros dispositivos autorizados para monitorizar el estado del paciente. Esto facilita la vida diaria del usuario y le mantiene en contacto directo con su equipo de cardiólogos.
¿Conoces alguna otra tecnología que facilite el cuidado del corazón? Déjanos un comentario y la añadiremos a esta lista.
Hola. Yo pienso que en el mundo de los medidores de tensión, se ha avanzado mucho en los últimos años, de manera que ya no sólo miden la tensión arterial y las pulsaciones sino que, además son capaces de detectar arritmias y otros factores relacionados y que también, muchos de estos aparatos están conectados a aplicaciones de almacenamiento de registros de las mediciones para poder llevar un control exhaustivo.
Espero haber aportado en positivo. Saludos.
Hola. Pues los tensiómetros me parecen unos aparatos fantásticos para tener un control de nuestra salud cardiovascular. Estos aparatos cumplen con los requisitos que nombras en el artículo; recopilación de registros de las mediciones, diferentes parámetros estadísticos de esos resultados, traslado de los mismos a nuestro médico o incluso el acceso directo del profesional sanitario, etc.
Sin duda, los avances tecnológicos que se han ido implementando en estas maravillas de aparatos han dado lugar a una versatilidad muy amplia tanto en su uso como en sus posibilidades de ayuda para el control de la salud.