Cada 7 de abril celebramos el Día Mundial de la Salud y la OMS elige, para esta efeméride, un tema específico de especial relevancia social. En 2019 la Organización Mundial de la Salud ha decido volcarse con la cobertura sanitaria universal y sus implicaciones para la mejora de la calidad de vida a nivel internacional. Sigue leyendo, analizamos en detalle los retos y oportunidades que se presentan para el acceso universal a la sanidad en el horizonte 2020.
¿Por qué se celebra un día Mundial de la Salud?
La Organización Mundial de la Salud considera el acceso sanitario un derecho universal, por eso, año tras año, selecciona el 7 de abril para analizar todos los avances realizados en este campo. Esta efeméride nos recuerda la importancia que la salud juega a nivel socioeconómico. La OMS considera que la cobertura básica de las necesidades sanitarias supone un factor clave en el nivel de calidad de vida de los ciudadanos. El leitmotiv de esta jornada ha sido, desde 1948, «salud para todos» y cada edición un tema clave en el desarrollo humano y social es seleccionado por un comité específico.
En 2019 la línea a seguir implica dar visibilidad a la cobertura sanitaria universal y cómo esta ha sido adoptada en mayor o menor medida por las distintas naciones alrededor del mundo. Tal y como especifica la Organización Mundial de la Salud, se han dado grandes avances a nivel global, sin embargo, «millones de personas siguen sin acceso alguno a la atención de salud. Y muchas personas, que se cuentan también por millones, se ven obligadas a elegir entre la atención de salud y otros gastos cotidianos, como alimentos, vestidos o incluso un techo.»
A continuación analizamos los condicionantes a los que se enfrenta el acceso universal a la sanidad y qué define a este concepto.
¿Qué es y qué no la cobertura sanitaria universal?
El acceso efectivo a la cobertura sanitaria universal se basa en ciertas condiciones principales, que deben ser satisfechas por las sociedades en su conjunto para el beneficio de sus ciudadanos:
- Todas las personas y comunidades deben recibir los servicios de salud que precisan sin sufrir por ello dificultades económicas.
- La cobertura sanitaria universal permitirá a todas las personas tener acceso a servicios que tratan las principales causas de morbilidad y mortalidad. La calidad de estos servicios estará garantizada y deberá ser lo suficientemente elevada como para mejorar la salud de aquellas personas que reciben esta atención médica.
- El acceso sanitario universal abarca a todos los componentes del sistema de salud, desde gobiernos, asociaciones profesionales y usuarios. Además, incluye todos los servicios destinados a la mejora de la salud pública y la educación en salud.
Por otro lado, la cobertura sanitaria universal NO implica:
- La gratuidad de todos los servicios médicos y sanitarios con independencia de su coste. La OMS considera insostenible el mantenimiento de un sistema gratuito de acceso gratuito a todo tipo de servicio médico por parte de los gobiernos.
- Un conjunto mínimo de servicios. La cobertura sanitaria universal debe incluir la ampliación paulatina de servicios y la protección financiera de las personas que acceden a ellos. El objetivo es eliminar la barrera real que para muchas personas supone el costearse un tratamiento, una visita médica o un fármaco cuando ese presupuesto debe restarse al dedicado a su alimentación, seguridad o la de sus hijos.
¿Has participado en alguna de las actividades de la OMS en el Día Mundial de la Salud? Déjanos un comentario y cuéntanos tu experiencia.